Desde mediados de 2009, la Sala de lo Constitucional de la
Corte Suprema de Justicia mantiene una actitud recurrente de limitar las
potestades constitucionales a la Asamblea Legislativa. Curiosamente es el lapso
en el cual el partido que representa y defiende los intereses de grupos
oligárquicos perdió la Presidencia de la República.
El primer acto en esta dirección lo asumió la anterior Sala,
cuando admitió un amparo en el cual se cuestionaba la lista de candidaturas
para elegir el tercio de la Corte Suprema de Justicia correspondiente a 2009.
Aquélla Sala ordenó detener la elección mientras no resolvieran definitivamente
el amparo y finalizó su período sin resolver, dejando a la Asamblea impedida de
cumplir su obligación constitucional de elegir y a la propia Corte Suprema,
incompleta.
Si elegir funcionarios de segundo grado establecidos en la
Constitución es una facultad indelegable de la Asamblea era ilógico impedirle
hacerlo; aquél absurdo mandato, como toda cuestión nueva generó polémica; se
ponía a prueba el juramento de cumplir con la constitución, establecido en el
artículo 235 que dice que, se debe “ …cumplir y hacer cumplir la Constitución,
atendiéndose a su texto cualesquiera que fueren las leyes, decretos, órdenes o
resoluciones que la contraríen…” ¿Porqué una Asamblea dejaría de cumplir su
obligación que textualmente manda a elegir Presidente y Magistrados de la Corte
Suprema de Justicia? Sin embargo el balance de fuerza legislativa inclinado a
la derecha se impuso, la izquierda quería evitar una crisis de Estado como la
hondureña. De cinco Magistrados electos, tres fueron incorporados al margen de
la ley y de los plazos constitucionales.
Se creyó alcanzar una buena solución, más en ella se
engendró la base para la conformación de una Sala, la actual, que se aparta
constantemente del texto constitucional para imponer parámetros legislativos,
jurisprudencia alejada del texto y los antecedentes históricos de la
Constitución y claras violaciones a derechos individuales con rango
constitucional. Cada vez la gravedad de esta conducta se hace más evidente y
arrastra al país a una peligrosa situación en la que se imponen dogmas
conservadores mientras se atropellan principios como la presunción de
inocencia, la no discriminación, la seguridad jurídica, la igualdad de trato y
otros.
Entre los efectos más graves de los procesos que se discuten
en la Sala de lo Constitucional están nada más y nada menos, invalidar tratados
centroamericanos para anular la jurisdicción de la Corte Centroamericana de
Justicia; invalidar la capacidad de reformar la Constitución establecida en el
artículo 248 de nuestra carta magna, y vetar a centenares de miles de
salvadoreños de hoy y por extensión a millones de ciudadanos en el futuro para
optar a cargos públicos por el hecho de tener vinculación directa con cualquier
partido político. Ya en el pasado violentaron el artículo 85 de la Constitución
y han burlado el 131 en diferentes ocasiones, al elegir Magistrados, al elegir
Fiscal General de la República y al elegir al Presidente y magistrados de la
Corte de Cuentas de la República en dos ocasiones.
Es terriblemente peligroso anular atribuciones para
proclamar el poder absoluto de un grupo de cuatro magistrados, legislan,
reforman la constitución violan procedimientos de funcionamiento con el aplauso
del poder mediático y el coro de la ANEP. La deliberación la sustituyen por la
concertación de pasillo como ocurrió el 21 de marzo, que sin reunión de Sala firman documentos declarando
inconstitucional una elección realizada por la Asamblea Legislativa.
El precedente de juzgar la competencia y moralidad por parte
de la Sala indicaría que a futuro cualquier concejal en una alcaldía puede ser declarado
incompetente e inmoral sin ser juzgado como mandan las leyes; significa que
cualquier candidatura a diputado, Presidente o Vice Presidente requiere del
visto bueno de los cuatro magistrados. Si sólo fuera porque sirven a una
estrategia electoral y de poder de un grupo oligárquico, sus daños serían
coyunturales y servirían simplemente para inclinar una balanza electoral en
favor de la derecha; el problema es que los precedentes sentados representan
una afectación futura de alcance indeterminado en el cual la Constitución sale
sobrando, la reforman como quieren ahora ellos y mañana otros. Eso es lo
delicado, lo que debiéramos cuidar.
Para el coro de aduladores de la Sala, estas benditas
resoluciones constituyen una carnada que el
FMLN debe morder, retorcerse y ser pezcado a la vista y aplauso de una
barra del Estadio. ¡Qué pobre visión! Deberían percatarse que ya en este momento las consecuencias de su atropello a
la Constitución les erosiona internamente. La conducta del FMLN ha sido y será
de madurez y claridad, procurando la defensa de institucionalidad; sin ignorar
la gravedad de los hechos.
FUENTE: http://elindependiente.com.sv/index.php/realidad/414-con-los-vetos-y-precedentes-de-la-sala-constitucional-la-constitucion-estorba
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