Un discurso oscuro y triste
Tomado de: Colectivo de Analisis de la Realidad de fecha 23 de septiembre.
Por más que los medios se esfuerzan en presentar la reunión arenera de este domingo como un evento de alegría. En realidad, la asamblea, que apenas llenó los relativamente pequeños espacios del local central del COENA en San Salvador, apenas albergó a los poco más de 500 delegados. Sin público, sin la alegría y participación demostrada, por ejemplo, en la reciente convención del FMLN.
El discurso del candidato refleja en cierta medida el estado de ánimo partidario, un discurso oscuro, triste, con permanentes evocaciones a un pasado de guerra. Un discurso, en fin, del miedo y la amenaza. El miedo a la derrota y por consiguiente, las “advertencias” a supuestos fraudes electorales, contra los que el candidato llamó -en un lenguaje tan belicista como el de su compañero Mario Valiente- a los areneros a convertirse en soldados que defiendan sus votos.
Llega incluso Quijano a desafiar a las instituciones, afirmando que “nadie le puede impedir obtener su finiquito”, como si esa decisión no tuviera relación con la comprobación previa del buen uso de los fondos públicos. Algo que está seriamente cuestionado en el caso del candidato arenero.
Según Quijano, tiene propuestas para los salvadoreños, pero por ahora su programa lo da a conocer con cuentagotas, sin conformar en modo alguno un cuerpo coherente de propuestas que constituyan una oferta clara para que los salvadoreños puedan medir si esa es la opción que beneficiaría a la mayoría de la población.
Por el contrario, el recuerdo recurrente al pasado, no parece que interese demasiado a la ciudadanía. Mucho más cuando no aparecen en la propuesta, medidas concretas para mejorar las condiciones de vida de la población.
La estrategia no es nueva ni original, parece más bien una copia burda de los discursos de Capriles cuando, consciente de su inferioridad, apelaba a los venezolanos a no dejarse “arrebatar un triunfo” que nunca podría alcanzar, y culpar a los ganadores y a la autoridad electoral como cómplices en maniobras fraudulentas.
A tal punto llega el nivel de convencimiento de su inferioridad, que el partido ARENA, publica hoy en los medios un campo pagado acerca del tema del “fraude” que se estaría gestando.
